Por Carlos Dzul
Si alguien me pregunta quién es AoClover, ¿qué le digo?
Que es una artista ilustradora de internet que espera llegar a algo mejor.
¿Qué es ‘algo mejor’?
Llegar a ser una artista profesional, viajar por el mundo, conocer cosas nuevas.
¿Qué significa tu alias?
Ah, es un secreto que no pienso revelar en este momento. Lo haré cuando tenga un poco más de seguidores. Ao es ‘azul’ y Clover es ‘trébol’. Trébol azul. Pero el verdadero significado no lo diré por ahora.
¿Cómo empezaste a dibujar?
Por mi papá. Él es una persona que le gusta aprender de todo. Y le gusta mucho el arte, aunque no se dedica a eso. Me daba lápiz y papel, cuando yo era niña, y me compró un pizarrón. De allí me empezó a gustar el dibujo.
¿Desde cuándo estás en internet?
Desde los once años, más o menos. Hacía mis dibujos con el mouse y los publicaba en mi Face. Después conocí DevianArt. Cerraba y abría cuentas, conforme iba mejorando. Tuve que agarrar mucho valor, para mostrar lo que hago, porque no encuentro mis dibujos demasiado geniales. Pero la gente empezó comentar que le gustaban.
¿Te imaginas estar sin internet?
No soy una persona que entre en pánico si no hay internet. Me pongo a hacer otra cosa. Me gusta limpiar, ayudar en mi casa. Ya si transcurriera una semana sin poder conectarme entonces sí. El internet es como una puerta que me ha permitido conocer gente nueva, de Tabasco, de México, en general. Distintos estilos de dibujo, de coloreo. Sin internet sería más difícil darme a conocer.
Tu trabajo es completamente digital, ¿no?
Sí. Utilizo el Pin Tool Sai, me estresa menos que el Photoshop. Es más básico. Trabajo también en papel pero no puedo darme el lujo de comprar plumones profesionales. Si pudiera comprarlos dibujaría de forma tradicional.
¿Asistes mucho a convenciones?
Ya casi no. Cuando tenía trece o catorce iba mucho. He estado como artista invitada en un par de ocasiones, en el Antigravity, aquí en Villahermosa, y en la Tennotsukai, en Ciudad del Carmen, el mes pasado.
¿Cómo ves el panorama del cómic y la ilustración aquí en Tabasco?
Sé que hay gente talentosa que no es muy conocida. Admiro a Zafiro Bladen, por ejemplo. Pero conocer no conozco a muchos. Espero que esta tendencia artística vaya creciendo.
¿Has tenido alguna experiencia paranormal?
Ah, una vez estaba sola en mi casa. Eran como las seis de la tarde. Escuché que habían abierto una puerta y me saqué de onda. Me levanté y fui a cerrarla y regresé a mi computadora. Minutos después escuché de nuevo que abrieron la puerta. La volví a cerrar. Y la volvieron a abrir. Entonces me enojé. No soy alguien que se asuste con este tipo de cosas. Me enojo, más que nada.
¿Cómo quién quieres ser cuando seas grande?
Hay dos artistas que son muy importantes para mí. Uno es un cantante y el otro dibuja. Pero también es un secreto. No voy a decir quiénes son. Hay otra de la que sí puedo hablar: Yuumei. Es una artista china. Me encanta cómo utiliza las perspectivas y las luces.
¿Aparte de dibujar qué más te gusta hacer?
Cantar. Estoy preparándome, junto con otra amiga, para sacar este proyecto adelante, pero todavía no. Estoy en pre-debut (risas). Espero poder escribir una canción algún día y hacerle un video, porque también quisiera hacer animación. O la portada de un álbum. Bueno, portada de álbum ya hice.
¿Cuál?
Hay una cantante virtual que se llama Hatsune Miku y hay un chico que se llama Ricardo Padua que sabe manejarla. Es un programa de internet, un software. Muy práctico, de hecho. Pues él sacó un álbum y yo fui la ilustradora de la portada.
¿Dibujas oyendo música?
Sí, la música tiene mucho qué ver con mi estado de ánimo y con lo que dibujo. Si estoy irritada escucho rock. Si estoy calmada, música instrumental. Neru tiene canciones muy depresivas. El año pasado fue como mi compañero, lo escuchaba todo el tiempo. Gazette. Glutamine. Me gusta mucho la música fuerte, que provoca grandes emociones.
¿Has reído alguna vez hasta desmayarte?
Hasta desmayarme no. Pero cuando yo me río mucho se me atora el aire, entonces dejo de respirar y hago un sonido raro, como de puerco. Tengo amigos que son exageradamente graciosos. Uno de ellos (señor Pelo, animador y dibujante) me ha hecho reír tanto que casi me ahogo en plenas llamadas de Skype.